essay fragment - Dandelions series by Oana Maroti

Negotiation is not as free as the media shows.
There are specific rules in intercultural communication.
Like in a football game, there are rules and someone is arbitrating the meeting. That someone is a neutral person, a mediator who will coordinate the information exchange. Before even speaking, the interlocutors are made aware of the communication rules. If one starts offending the other, the laws of communication apply and the negotiation stops. We don´t get to the part where the bully dominates the meeting. The offender is put in the corner, sanctioned, and loses by default.
This rule applies to any type of interpersonal communication and implies equality in the verbal interchange, otherwise, we would not be able to understand each other.
We see the rules broken too often lately and even if it seems that a negotiation is going on, the way communication in international politics is presented is surely wrong. A person from the street will have to behave to have a meeting or at least to accede to a conversation, the same applies to rich people, army people, or even presidents.
Any identity meeting another, in a negotiation situation, whether individuals or groups are subjected to the same rules, stipulated in the Universal Declaration of Human Rights. Each time we jump into the world, as human identity, we subject ourselves to these rules, with no exception.
When in an international context, facing worldwide peace vs. conflict the interaction is a delicate one, as so many lives depend on communication. Each word counts around peace, ecology, and child development. Abusive language, uneducated behavior and physical contact are not on the menu in public communication. Why do we see it on television?
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Negociación justa
La negociación no es tan libre como lo muestran los medios de comunicación.
En la comunicación intercultural existen reglas específicas.
Como en un partido de fútbol, hay reglas y alguien arbitra la reunión. Ese alguien es una persona neutral, un mediador que coordinará el intercambio de información.
Antes incluso de hablar, los interlocutores son informados de las reglas de comunicación. Si uno empieza a ofender al otro, se aplican las leyes de la comunicación y la negociación se detiene. No llegamos a la parte en la que el acosador domina la reunión. El ofensor es arrinconado y sancionado y pierde por defecto.
Esta regla se aplica a cualquier tipo de comunicación interpersonal e implica igualdad en el intercambio verbal, de lo contrario no seríamos capaces de entendernos.
Últimamente vemos que se rompen las reglas con demasiada frecuencia y aunque parezca que se está llevando a cabo una negociación, la forma en que se presenta la comunicación en política internacional seguramente no es un enfoque inteligente.
A una persona de la calle o a un inmigrante se le pedirá que se comporte bien para poder tener una reunión o al menos acceder a una conversación, lo mismo se aplica a los ricos, a los militares o incluso a los presidentes.
Cualquier identidad que se encuentre con otra, en una situación de negociación, sea individuos o grupos están sujetos a las mismas reglas, estipuladas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Cada vez que saltamos al mundo, como identidad humana, nos sometemos a estas reglas, sin excepción.
Cuando en un contexto internacional, se enfrenta la paz mundial versus conflicto, la interacción es delicada, ya que muchas vidas dependen de la comunicación. Cada palabra cuenta en lo que respecta a la paz, la ecología y el desarrollo infantil. El lenguaje abusivo, el comportamiento inculto y el contacto físico no están en el menú en la comunicación pública. ¿Por qué lo vemos en la televisión?