– de la colina al mar –

Temprano,
casi nadie pasa por las calles.
Alguien con un perro, un autobús,
el olor a pan de la panadería…
Abro bien las fosas nasales, ahora sí puedo.
Qué aroma matinal mas exquisito,
¡Volveré!
Pisando el suelo de este mundo,
estoy jugando,
estirando
el aire
con mis manos.
Cierro los ojos.
La brisa fresca da cosquillas,
placer táctil.
Sensación pluma.
El mismo día, unas horas más tarde,
después de caminar kilómetros,
la playa.
Nubes grises, olor a algas,
mar en calma,
más verde que azul.
Se rompen olas,
el viento sopla.
Pelos y bufanda volando en todas partes.
Homogéneo mar,
intimidante.
Descalza, voy desafiando la superficie.
El tacto aterciopelado del agua
acaricia mi pantorrilla.
Sensación pluma.
Ojos cerrados,
estiramiento, respiración,
Los manos semicirculan el aire,
movimientos amplios,
en tandem al mar.